EL BESO QUE NUNCA LLEGÓ

Este beso de infancia desatino,
metáfora de un verso enamorado
que nació para amar y ser amado
y no pudo llegar a su destino.

Este beso ya cano, casi albino,
nostalgia de un ayer iluminado,
este beso a tus labios destinado
se quedó prisionero del camino.

Esperar y esperar, vida adelante,
buscando inútilmente, año tras año,
el éxtasis supremo de un instante.

Por este beso audaz, por este beso,
hoy sufro el agridulce desengaño
del que busca la herida y sale ileso.

Esta entrada fue publicada en Del libro: "CABALGANDO POR EL VIENTO" (1983). EN BLANCO, Poemas y etiquetada , . Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario